29 diciembre 2009

Cultura y e-books


La evolución cultural de este país es imparable.
Estamos a punto de pasar de no leer libros en papel a no leerlos en pantalla. (Alfons Lopez)

10 diciembre 2009

El tranquilizante


Soy un tranquilizante.
Eficaz en el hogar y
efectivo también en la oficina,
me siento en los exámenes
y me levanto en los tribunales.

Esmeradamente arreglo artefactos rotos-solo tómame,
disuélveme bajo de tu lengua,
solo trágame,
solo bébeme con un poco de agua.

Yo sé que hacer con la mala suerte,
cómo echar abajo una mala nueva,
aminorar la injusticia,
iluminar la falta de Dios,
elegir un sombrero para la viuda.

Qué esperas,
confía en la compasión química.

Eres joven aún,
deberías resolver tu situación de alguna manera.
¿Quién dijo
que la vida has de afrontarla con valentía?

Devuélveme a tu abismo,
que lo llenaré con el sueño,
me estarás agradecido
por el aterrizaje en cuatro patas.

Véndeme tu alma,
no encontrarás otro comprador.

No hay otro diablo.

(Wislawa Szymborska)

La identidad nacional o la europea


"La paradoja es fenomenal. Por un lado, se nos habla de una identidad francesa en peligro.
Al mismo tiempo, mientras esta gente divierte a la galería con su debate lamentable, hay una identidad que está de verdad en peligro: la europea. Hay que elegir. Si consentimos la diversión nacionalista, renunciamos a ese nuevo sujeto político que es la construcción europea. No se pueden hacer ambas cosas a la vez. Lanzar el inútil debate sobre una identidad que todos sabemos que no va peor hoy que hace 10, 20 o 30 años; y alimentar, impulsar el otro debate, que sí es vital y que vierte sobre una Europa que sabe cada vez menos lo que es. No hay aquí 36 maneras de encarar el futuro: hay dos, y se excluyen la una a la otra. La nostalgia de un nacionalismo basado en el oficio de las retóricas populistas y rancias, o la audacia de una Europa de futuro: ésa es la elección".

(Bernard-Henry Levy)

El primer amor


Dicen,
que el primer amor es el más importante.
Eso es muy romántico
pero no en mi caso.

Algo sucedía entre nosotros pero a la vez no,
ocurrió y acabó.

No se estremecen mis manos
con el encuentro de pequeños recuerdos,
un rollo de cartas enlazadas con una cuerda
—ni siquiera con una cinta.

Nuestro único encuentro luego de muchos años
es una conversación en dos sillas
alrededor de una gélida mesita.

Otros amores
respiran profundamente en mí.
A este le falta el aliento para poder suspirar.
Sin embargo, es así como se
consigue lo que otros todavía:
olvidarlo,
ni siquiera soñarlo,
me acostumbré a la muerte.

(Wislawa Szymborska)



09 diciembre 2009

Identidad y pertenencia


"Confundir identidad y pertenencia es un error de lógica. O uno dice A es A, yo soy yo, y entonces hablamos de identidad; o uno dice A pertenece a un determinado grupo, y entonces hablamos de pertenencia. Este error lleva a decir tonterías. Y, además, a un crimen político: el racismo. Decir de alguien que es negro, judío, etcétera, es una frase racista porque confunde la pertenencia con la identidad. Reducir alguien a una sola de sus pertenencias puede condenarle a la persecución. ¿Entonces quién soy yo? Yo soy yo. Yo soy la suma de todas mis pertenencias, incluidas aquellas que no conoceré hasta mi muerte, porque todo progreso consiste en entrar en un nuevo grupo. Identidad nacional: error y delito".

(Michael Serres)