15 noviembre 2023

La gente necesita que se le mienta

Laszlo Krasznahorkai


Criado en una familia burguesa judía, su aproximación a la literatura llegó tras varios años de vagabundeo por Hungría, en los que buscaba la compañía de aquellos que vivían en los márgenes —”quería estar entre los más pobres porque pensaba que ellos eran quienes vivían la realidad”—. Rechazaba entonces la idea de convertirse en algo, de construirse un futuro en el régimen comunista donde nació y creció. “En esas dictaduras uno pensaba que el mundo era así y así sería mañana, y pasado mañana, el tiempo no tenía importancia”,

"Los canallas saben perfectamente cómo manipular. La gente no necesita profetas, sino falsos profetas. Por un lado, están quienes, en muchos casos, vienen de ese mismo medio y se convierten en gente poderosa y rica. Por otro, está ese pueblo siempre oprimido en todos los regímenes, que se resiste a admitir la verdad. La rebelión de esas capas sociales se volvió anárquica por la impotencia, así que solo buscan la destrucción de lo que había antes. La gente necesita que se le mienta."

"No hay que renunciar a tener ego o vanidad, sino llegar a pensar que eso no tiene ninguna importancia porque uno mismo no la tiene."

(Laszlo Krashanorkai)



05 octubre 2023

El sexo biológico no responde a una eleccion

(Elisabeth Roudinesco)
Vivimos en una época de extremismos, en la que la búsqueda de las identidades ha ocupado el lugar de las rebeliones de antaño, que eran más sociales y emancipadoras. La locura identitaria es el repliegue total en una sola identidad, un repliegue en vez de una libertad.

P. ¿Por qué el repliegue?

R. En todas las reivindicaciones identitarias que yo critico está la idea de rechazar la biología. Si decimos que, desde el nacimiento, estamos asignados a una identidad de género que rechazamos, significa que negamos la existencia de la diferencia anatómico-biológica de los sexos. Uno no es esclavo cuando nace en un sexo u otro. Durante siglos se redujo al ser humano a su naturaleza biológica y ahora se le quiere encerrar en su construcción social. No. El ser humano es a la vez un sujeto biológico, un sujeto social, un sujeto psíquico.

20 junio 2023

El cielo vacio: La soledad y la falsa ironia

(Marjan Bouwmeester)


"Mientras la ironía de St. Aubyn es oportuna, habitualmente se utiliza para huir de una situación. «Busque la profundidad de las cosas: hasta allí nunca logra descender la ironía», señaló el poeta Rilke. Reconozco esta práctica en mí misma: si no me apetece que un comentario o incidente me afecte de verdad, burlarse de él es la vía fácil. Este tipo de ironía puede convertirse rápidamente en soberbia, como si estuvieras atrincherado en tu mente. «¡Aquí no me harán daño!».

"La falsa ironía constituye un riesgo profesional para los filósofos. Están entrenados para distanciarse, e intentan inspeccionar un panorama global sobre el que actúan fuerzas poderosas y en el que los roles individuales acaban por parecer insignificantes. De ahí su tendencia a situarse al margen de la historia. Relativizar la importancia de tu propia vida tiene su encanto, siempre y cuando no se convierta en una estrategia para permanecer lejos de la línea de combate."

19 junio 2023

Natalia Ginzburg y el feminismo



No amo el feminismo como actitud del espíritu. Las palabras “Proletarios de todo el mundo uníos” las encuentro clarísimas; las palabras “Mujeres de todo el mundo uníos” me suenan falsas.

Creo que todas las luchas sociales deben ser combatidas por hombres y mujeres juntos. Las revoluciones y las batallas que tienen como finalidad la mejora de la condición humana generalmente nacen de una idea del mundo en el que hombres y mujeres están mezclados. Para concebir un hijo, se necesita un hombre y una mujer. Este hecho, sabido e indiscutible, testimonia que ni la mujer ni el hombre se bastan por sí solos.

En el feminismo, la condición femenina se concibe como una clase social. Habiendo sido las mujeres humilladas y usadas durante siglos, ha nacido en ellas una conciencia de clase. El feminismo actual ve a las mujeres como un ejército en marcha hacia la propia liberación. Las mujeres, sin embargo, no son una clase social, la conciencia de clase no es suficiente para crear una clase social inexistente. Una clase social es una comunidad de personas que tienen las mismas necesidades, los mismos problemas y proyectos, que sufren las mismas privaciones. Pero entre la vida de las mujeres en estado de esclavitud y la de las mujeres pertenecientes a sociedades privilegiadas no existe la más remota analogía.

Es cierto que las mujeres han sido usadas y humilladas durante siglos. Esto es, en la historia de las relaciones entre hombre y mujer, uno de los muchos aspectos desde los cuales se puede observar la condición femenina. Pero no es el único desde el que observarla. Es erróneo pensar que las humillaciones sufridas por las mujeres son la única esencia de las relaciones entre hombre y mujer. Es una visión del mundo tosca, pobre, reductiva y limitada. Es una visión del mundo que, en definitiva, no refleja la realidad. El mundo es complicado y multiforme, y complicadísimas, dramáticas y multiformes fueron y son hoy en día las relaciones entre hombre y mujer. El sentimiento esencial expresado por el feminismo es el antagonismo entre hombre y mujer.

El feminismo justifica este antagonismo con las humillaciones sufridas por las mujeres. Las humillaciones dan origen a un deseo de revancha y de reivindicación. El feminismo nace, pues, de un complejo de inferioridad que se remonta a siglos atrás. Pero sobre los complejos de inferioridad no puede construirse una visión del mundo. El pensamiento es claro cuando los ha conocido y se aleja de ellos. Sobre los complejos de inferioridad no puede construirse nada sólido. Sería como querer construir una casa con materiales de baja calidad.

En una visión justa del mundo, el amor y el odio, lo falso y lo verdadero ocupan el lugar central. En el feminismo el lugar central no lo ocupan el amor y el odio, lo falso y lo verdadero, sino las revanchas, las reivindicaciones, la humillación y el orgullo.

28 abril 2023

La simulación y las croquetas

 

(Nick Bostrom)

"Alarga un dedo y mételo en tu fosa nasal, ¿Qué notas? ¿Esa viscosidad es real? ¿Seguro que es un moco? ¿Y si vivimos en una simulación? ¿Y si todo lo que percibes es solo eso, una percepción fingida para tus sentidos? Tenemos muchas referencias para imaginarlo, desde la saga Matrix hasta Solaris, pasando por la vida del pobre Truman en su show. La ciencia simula universos enteros para entender mejor su funcionamiento y el desarrollo exponencial de la computación futura hace plantearse a algunos filósofos, como Nick Bostrom, que quizá todo lo que nos rodea es fruto de una simulación realizada por una civilización más avanzada. O no tan avanzada, visto lo sobrevaloradas que están las croquetas"

(New York Times: Vivimos en una simulación?)

06 enero 2023

El Antropoceno y la crisis ecosocial



"De lo que más se habla es del cambio climático, en parte porque forma parte de la experiencia cotidiana, pero también porque es el fenómeno mejor documentado y estudiado a nivel internacional, pero las modificaciones en el equilibrio planetario que descubre y señala el Antropoceno no se circunscriben únicamente al clima, sino que se proyectan también sobre otros muchos factores que agrupamos como crisis ecológica y social. De hecho, el avance de los desequilibrios planetarios va de la mano del avance en los desequilibrios ecosociales.

Cuando confluyan la conciencia del daño ambiental, la comprensión de las causas de la desigualdad, y la liberación del peso muerto de la ideología del mercado, arrancará la aceleración de los procesos políticos y sociales que de forma fragmentaria ya están presentes."

(El antropoceno y la crisis ecosocial: Carlos Gomez Gil)




11 diciembre 2022

Pessoa, el amor romántico y la desilusión

(Fernando Pessoa. Cuadro de Joao Beja)

"Pero así es toda la vida; así, por lo menos, es ese sistema de vida particular al que, en general, se llama civilización. La civilización consiste en dar a algo un nombre que no le compete, y después soñar sobre el resultado. Y, realmente, el nombre falso y el sueño verdadero crean una nueva realidad. El objeto se vuelve realmente otro. Manufacturamos ideales. La materia prima sigue siendo la misma, pero la forma, que el arte le ha dado, la aleja de continuar siendo efectivamente la misma. Una mesa de pino es pino pero también es mesa. Nos sentamos a la mesa y no al pino. Un amor es un instinto sexual, pero no amamos con el instinto sexual, sino con la presuposición de otro sentimiento. Y esa presuposición es ya, en efecto, otro sentimiento".

"La vida perjudica a la expresión de la vida. Si yo viviese un gran amor, nunca lo podría contar."

"Todo hombre de hoy en quien la estatura moral y el relieve intelectual no sean de pigmeo o de paleto, ama, cuando ama, con amor romántico. El amor romántico es un producto extremo de siglos sobre siglos de influencia cristiana; y, tanto cuanto a su substancia, como cuanto a la secuencia de su desarrollo, puede ser dado a conocer a quien no lo perciba comparándolo con una veste, o traje, que el alma o la imaginación fabricasen para vestir con él a las criaturas, que acaso parezca, y el espíritu crea, que les cae bien.
Pero todo traje, como no es eterno, dura tanto cuanto dura; y en breve, bajo la veste del ideal que formamos, que se deshace, surge el cuerpo real de la persona humana, en quien lo vestimos.
El amor romántico, por lo tanto, es un camino de desilusión. Sólo no lo es cuando la desilusión, aceptada desde el principio, decide variar de ideal, tejer constantemente, en los talleres del alma, nuevos trajes con que constantemente se renueve el aspecto de la criatura por ellos vestida."
(Extractos del Libro del Desasosiego de Fernando Pessoa)